El Ayuno de Daniel: una práctica milenaria

ayuno de daniel

A algunos (los más religiosos), les sonará el ayuno de Daniel, y otros seguramente estaréis pensando que Daniel es un nutricionista clasificado como Top Influencer de nuestros días, que ha creado un nuevo tipo de ayuno revolucionario que siguen las celebrities. Pues nada más lejos de la realidad.

Para conocer los orígenes del Ayuno de Daniel tenemos que remontarnos a tiempos bíblicos, en los que Daniel, hombre religioso donde los hubiera, siguió junto con un grupo de compañeros un ayuno particular de 21 días de duración. Por supuesto, la causa que los llevó a tal dieta fue exclusivamente espiritual, religiosa y en señal de ofrenda a Dios. Todos los detalles se pueden encontrar en el capítulo bíblico de Daniel 1 y 10.

En qué consiste el Ayuno de Daniel

En el capítulo de Daniel 1, se expone que el profeta sólo comía frutas, verduras e ingería agua como líquido, renunciando así a todos los demás alimentos.

Más adelante en Daniel 10, se explica que tampoco comía carne, pan y dejó de beber vino durante esos 21 días, con sumo esfuerzo.

Increíblemente este ayuno, hecho con el objetivo de agradar a Dios y conseguir su misericordia, ha conseguido llegar hasta nuestros días y son muchos los hombres y mujeres de todas las edades que lo practican, tanto religiosos como no.

Entonces…

¿Qué alimentos están permitidos en el Ayuno de Daniel?

Granos Integrales: arroz, avena, cebada…

Legumbres: De todo tipo

Frutas: Cualquier tipo de frutas

Verduras: De cualquier variedad

Líquidos: Agua natural, zumos de fruta y verdura 100% naturales

Este ayuno parcial está previsto para seguirlo durante un período de 21 días. Algunos de los que lo han seguido afirman haber tenido varios síntomas de desintoxicación, como cefaleas, molestias digestivas o mareos. Sin embargo, no ocurre en todos los casos, y después de los primeros días suelen desaparecer.

La conclusión que sacamos del ayuno de Daniel es que, desde tiempos inmemorables, se ha practicado el ayuno por parte de múltiples generaciones como método para sanarse y purificar cuerpo y alma.

Ayuno Intermitente vs Ayuno de Daniel

No se trata de comparar un ayuno con otro, ya que cada uno sigue su método. Sin embargo, el punto fuerte del Ayuno Intermitente es que su práctica supone algo más que un ayuno de unos días. En vez de eso, pretende ser una forma de vida, de comer, de aprender a alimentarse, de escuchar a nuestro cuerpo y darle lo que nos pide sin necesidad de contar calorías, prohibir alimentos, o hacer infinitas comidas diarias sin apetito.

Muchos os preguntaréis, pero si puedo comer de todo sin privarme de nada…

¿Dónde está el truco para lograr perder peso?

Pues no hay mucho misterio. La clave reside, como siempre se ha dicho, en gastar más calorías de las que ingerimos a lo largo de un día.

¿Y para eso es necesario pasar hambre?

No, simplemente respetar los tiempos de reposo digestivo y disfrutar de los momentos de alimentación.

El Ayuno Intermitente, tiene como misión preservar un óptimo estado de salud física y psíquica, y con ello lograr mantenerse en el peso adecuado para cada constitución y metabolismo.

Para ello, propone una serie de planes que cada uno puede adaptar en función de sus preferencias y estilo de vida, en los cuales se han de respetar unas determinadas horas de ayuno que pueden ser, 14, 16, 20 o hasta 24 horas máximo, en las cuales no se debe ingerir ningún alimento sólido. Sin embargo, las bebidas como el agua, infusiones, café sin azúcar, sí están permitidas. Posteriormente vendrá el período de alimentación en el que se podrá comer lo que cada uno desee sin eliminar ningún alimento de la dieta. Las grasas y los carbohidratos están permitidos.

Aunque no excluye ningún alimento durante la fase de alimentación, por lógica y teniendo en cuenta que estamos ante un método que pretende conservar y optimizar la salud, es preferible optar por alimentos naturales, sanos y libres de grasas hidrogenadas, como bollería, productos industriales o procesados. Pero, aunque sí es cierto que se debe comer sano el 80% del tiempo, también hay tiempo para esos caprichos por los que uno no puede pasar.

Todo esto acompañado de un rutina de ejercicio físico, te llevarán a convertirte en una nueva persona, consciente de tu nutrición y rebosante vitalidad.