¿En qué consiste el ayuno de agua?
La palabra ayuno, hace referencia al acto de abstenerse total o parcialmente de consumir cualquier tipo de alimento, sólido o líquido, durante un período de tiempo determinado.
Dentro de los tipos que existen, el ayuno de agua o también llamado hídrico, es sin duda el más duro, sacrificado y restrictivo de cumplir, ya que solo permite la ingesta de agua, recomendando el consumo de uno a dos litros diarios.
El ayuno de agua es un tema que genera mucha controversia y polémica entre la mayor parte de los profesionales del sector sanitario, ya que algunos defensores de la medicina alternativa, afirman obtener efectos beneficiosos sobre la salud, mientras que otros, lo tachan de engaño e incluso malas prácticas profesionales poniendo en riesgo la vida de las personas que lo realizan.
Aspectos a tener en cuenta antes de realizar el ayuno de agua
Para los que estén pensando en llevar a cabo esta clase de técnica, es fundamental que conozcan todos los síntomas, rutinas y posibles riesgos que tendrán que asumir durante su práctica.
El ayuno de agua puede durar entre 2 y 30 días
Los que recomiendan el ayuno de agua aconsejan que los principiantes, lo hagan comenzando con períodos de 48 horas, con la finalidad de observar la reacción del organismo.
Elige períodos de bajo estrés
Como todos nos podemos imaginar, bebiendo solo agua durante varios días, el estado de nuestro organismo tanto físico como psicológico, no será el más óptimo, por lo tanto aconsejan escoger períodos vacacionales o de muy poca actividad, para llevarlo a cabo.
Prepara tu cuerpo con anterioridad
Algunos expertos en el ayuno de agua, consideran que previamente a comenzar, es necesario ir preparando el organismo de forma progresiva, limpiando el aparato digestivo los días antes, a través de la ingesta de infusiones, alimentos con mucha fibra y algún que otro enema natural.
Atento a los efectos secundarios
Dolor de cabeza, fatiga extrema, mareos, nauseas…etc. Múltiples pueden ser los síntomas de privar a tu cuerpo de nutrientes durante varios días. Por ello hay que asumir la aparición de estas molestias como una parte natural del proceso, e incluso estar dispuestos a abandonar el ayuno de agua, en caso de que se intensifiquen poniendo en peligro la salud.
Principales inconvenientes y peligros del ayuno de agua
Apenas existen médicos en nuestra sociedad que recomienden el ayuno hídrico como una práctica saludable, por ello vamos a analizar dos afirmaciones falsas sobre él:
Durante el ayuno de agua el organismo sólo se alimenta de sus reservas de grasa
Lo que sí ocurre cuando sometemos a nuestro cuerpo a un proceso de ayuno con cero calorías, es que:
1- El peso que se pierde no sólo corresponde a grasa, sino también a agua y a masa muscular a partir de las primeras 48 horas de ayuno
2- El cuerpo activa una serie de mecanismos ahorradores de energía que se mantienen activos una vez terminado el ayuno, por tanto la consecuencia podría ser un aumento de peso o lo que se conoce como efecto yoyó.
Es importante saber que con una dieta equilibrada compuesta por alimentos saludables y nutritivos, el organismo está perfectamente preparado para llevar a cabo su propio proceso de desintoxicación y eliminación de desechos. Por tanto el ayuno de agua no es necesario y el mejor consejo será no ingerir alimentos tóxicos.
El Ayuno Intermitente, una gran alternativa
La gran ventaja del ayuno intermitente es que es flexible y cada persona que lo quiera practicar, podrá adaptar sus horarios y rutinas a lo que más le convenga.
El ayuno intermitente es una excelente opción para todas aquellas personas que quieran llevar a cabo un proceso de depuración interna, sin tener que privar al organismo de alimentos y nutrientes necesarios en el día a día y sin poner en riesgo su salud.
De todas las modalidades de ayuno intermitente que existen, diríamos que la más “radical” es aquella en la que se pasan como máximo 24 horas sin comer (aunque durante este período se pueden ingerir líquidos como agua, infusiones, zumos naturales o leches vegetales)
Existen otras alternativas muchísimo más llevaderas dentro del ayuno intermitente como el 16/8 o el 14/10 que implica 14 o 16 horas continuas sin ingerir alimentos con calorías, para dar paso después a 8 o 10 horas en las que se pueden distribuir las comidas.
Aunque pueda parecer complejo, es tan simple como cenar a las ocho de la tarde y desayunar a las 10,00 o 12,00 de la mañana. Algunas personas optan por realizar dos comidas completas al día.
Muchas variables son posibles en el ayuno intermitente, por ello es uno de los más recomendables, saludables y energéticos.
